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Historias de San Luis: hoy Quinta Generación

Por Nino Romero

De izquierda a derecha: José Luis Acosta; Cacho Olmos; Pelusa Espinosa; Luis Alberto Guardia y Héctor Paredes.
Actualizada: 19/06/2020 08:59
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La historia de Quinta Generación, un conjunto de la ciudad de San Luis, comenzó con Héctor Paredes y José “Cacho” Olmos en 1967. Actuaban en la querida radio LV13 en Rivadavia 563 (dónde hay un banco ahora y es peatonal) y en el Canal 2 de Televisión que era de circuito cerrado, cuyos estudios estaban ubicados en San Martín entre Ayacucho y Belgrano, zona de la casa Mitchell.

También había actuaciones en escuelas. Hacían temas instrumentales.

Luego aparecen Daniel Saravia y Luis Alberto Guardia, ambos fallecidos.

Daniel Saravia fue asesinado mientras jugaba un partido de fútbol.

Luis Alberto Guardia, además de su permanente participación con la Quinta Generación, fue locutor de radio y tuvo un fantástico programa en Radio Dimensión que se llamó “El Club de los Populares”.

Ellos estaban reunidos, deliberando qué nombre ponerle al grupo, y aparece en escena el amigo Dalfor Pedernera sugiriendo el nombre que queda para siempre: Quinta Generación.

Algunos músicos que pasaron por Quinta Generación: Daniel Saravia, Jorge “el Negro” Lucero y en el 68 la incorporación de José Luis Acosta, todos cantantes.

Héctor Paredes y Cachito Olmos, que fueron los fundadores, Ricardo Tamayo en teclados y cuando se va a cumplir con el servicio militar “Pelusa” Espinosa alterna la batería con Julio César Videla, alias “El Zorrito”.

Acá va una sorpresa: por algún tiempo tocó el bajo en Quinta Generación el sonidista Daniel Wanzo. También fue guitarrista del grupo Jorge Tolli y estuvo el “petiso” Espinosa.

La última formación con continuidad que recuerda José Luis “El Mecha” Acosta es con su presencia más Héctor Paredes, Cacho Olmos, Alberto Godoy, Pelusa Espinosa y Luis Alberto Guardia.

José Luis Acosta, su hijo Federico y Cacho Olmos.

También nombran con mucho afecto a los queridos “plomos” de la época.

O sea, quienes acomodaban los instrumentos, los conectaban, custodiaban los bienes, armaban el escenario y que recibían ese cariñoso apelativo. Plomos.

Aparecen Julio Lucero, Turi Calderoni, el Negro Miguel y Rulo Ledezma.

Una larga y fantástica historia musical hasta fines del 88.

Recuerdan un festival en Mendoza dónde fueron primeros y superaron a quienes después fueron los Enanitos Verdes. El tema con el que ganaron: Amanece y tú no estás que originalmente interpretaba Pomada.

Cientos de actuaciones en salones como el Maipú, La Merced, la confitería Kit Kat en la galería Sananes (luego Marabá entre otros nombres), Quimei Quipán en Bolívar y Colón, Hogar y Club Universitario.

Los boliches Borsalino, Quo Vadis, Kangaroo, Yuquerí y muchos más.

También el Golf Club, el salón Los Ranqueles, llamado luego Luz y Fuerza (abandonado desde hace años en la esquina de Pringles e Ituzaingó), Aerobar, restaurante Michel, Clubes Guay Curú, Gimnasia y Esgrima y Sociedad Española.

Animadores permanentes de fiestas de los estudiantes, de egresados, actuaciones en el interior provincial y fuera de nuestra tierra.

Y por supuesto las infaltables fiestas familiares.

Hemos citado algunas actuaciones nada más. Eran todos los fines de semana, viernes, sábados y domingos durante muchos años, y los feriados y vísperas de feriados.

Toda una vida dedicada al amor por la buena música.

Un reencuentro: Cacho Olmos, Alberto Godoy; José Luis Acosta; Pelusa Espinosa y Héctor Paredes.

Su nombre fue, es y será un sello permanente. Quinta Generación. Inolvidables.

Una semblanza general de ellos. Agradezco el aporte recibido, y a José Luis Acosta, quién se encargó de reunir recuerdos de la Quinta. Que vuelvan pronto.

ninoromero@gmail.com/info@elchorrillero.com

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